sábado, 15 de octubre de 2016

Evidencias de origen biológico de las enfermedades psicosomáticas





Siempre hemos oído hablar de los trastornos psicosomáticos. Como su nombre lo menciona, se describe como las alteraciones en nuestro organismo, muchas veces representadas como malestar que afecta nuestra calidad de vida y nos hace acudir a un médico, pero basadas en un origen, según se describe de manera habitual, “psicológico”. Y es que hasta la fecha, de manera general, sabemos pues, que cuando estamos estresados, nos sube la tensión, o presentamos dolores de cabeza o de abdomen. Incluso pueden ir a presentaciones clínicas más complejas como lesiones dérmicas, afectaciones neurológicas, endocrinológicas, etc, que suelen ser de dificil manejo por los médicos.

Pero ¿qué base neurológica hace referencia a dicho origen “psicológico”?. Hasta hace poco la ciencia no nos daba una respuesta exacta. Recientemente neurocientíficos de la Universidad de Pittsburgh al mando del doctor Peter L. Strick han publicado un trazado del circuito neurológico que estaría asociado con la presencia de dichas afecciones. Dichas conexiones involucran áreas motoras y emocional de la corteza cerebral con la glándula suprarrenal (productora de una serie de hormonas que influyen sobre nuestro organismo) y quizá otros órganos a través del sistema vegetativo o autónomo.

Este grupo de investigadores se ha especializado en el uso de trazadores de vías nerviosas, a través de la práctica con virus, específicamente modificados para poder “pintar”, una vez incluidos en el tejido nervioso, las vías por las que se conectan distintas funciones, como por ejemplo las vías neuronales que se dirigen a los músculos y permiten mandar la señal cerebral para su actividad. Por tanto, utilizando la misma herramienta y con modernas técnicas de estudio se han permitido estudiar funciones más complejas como el control y vías de respuestas a distintos otros órganos y sistemas del cuerpo humano (como por ejemplo el sistema inmunológico).

De esta manera han estado estudiando las áreas cerebrales que se activan a respuestas de estrés en patologías tan conocidas como el síndrome de intestino irritable. A las áreas reconocidas en función emocional y cognitiva (sistema límbico) se asocia también áreas motoras como el circuito de la  corteza motora primaria (área frontal del cerebro) que sorprendentemente tienen conexión directa con glándulas en el cuerpo conocidas para las respuestas al estrés, como la referida glándula suprarrenal que produce diversas sustancias a la sangre como noradrenalina en respuesta a la activación del sistema simpático. 

El autor incluso denota interesantes estudios que se están realizando con áreas modernas como por ejemplo el estudio de regiones cerebrales que se activan durante la práctica de la reciente corriente del “mindfulness” para verificar si generaría actividad inhibitoria sobre las vías previamente referidas, que actuarían sobre la glándula suprarrenal. Y de este modo se pondría en práctica una futura herramienta terapéutica como es la posibilidad del uso de la estimulación magnética transcraneal (ya puesta en práctica por médicos hoy en día para el manejo de diversas patologías neurológicas y psiquiátricas) para, conociendo las áreas involucradas en diversas respuestas corticales a patologías psicosomáticas como el síndrome del intestino irritable, actuar sobre ellas con modulaciones que permitan su desaparición.

Sin duda un área bastante interesante y con futuro diverso a nivel de investigación para los que estén involucrados en la neurociencia.

A quienes estén interesados les alcanzamos el nexo de dicho artículo:

En J&B LAB SAC contamos con la posibilidad de ofrecerles todo el material necesario para estudios a nivel científico, que pueden observar en el siguiente enlace:

Por último recordarles que ahora pueden estar al tanto de nuestras noticias siguiéndonos en Facebook o en Twitter, ingresando al link correspondiente desde nuestra página principal de la empresa.