domingo, 2 de agosto de 2015

El cuerpo humano como fuente de energía para estudio



Tras las últimas noticias en diferentes países del mundo que plantean imponer una cuota de impuesto al uso de nuevas fuentes de energía naturales frente a lo que parece ser la futura caída de las fuentes actuales, como la de combustible por ejemplo, llama la atención lo que tendrían que hacer los gobiernos en el caso de que esa nueva fuente de energía fuese nuestro propio cuerpo.

Es así que nos ha parecido importante darles a conocer algunos comentarios sobre la posibilidad no tan futura de utilizar la actividad de nuestro propio organismo para obtener energía que podría ser utilizada no solo para lo que inicialmente se nos puede ocurrir, como cargar nuestro teléfono celular apunto de quedarse sin batería en un día de trabajo cualquiera, sino incluso abrir las puertas a un extenso campo de investigación como el uso de energía para varios de los aparatos que la medicina actual ha permitido mejorar patologías de nuestro organismo, como por ejemplo dar energía a un marcapaso cardiaco, a un aparato coclear, a una bomba de infusión de medicamento subcutáneo, etc.

Un cuerpo humano promedio produce una media al día de 100 watts de energía, equivalente a 2000 kcal de fuente alimenticia. Mucha de dicha energía producida por nuestro cuerpo es utilizada en actividad de nuestros diferentes órganos, para permitirnos la vida y actividad diaria, pero otra parte se vuelve en energía desechada, lo más habitual con la producción de calor por ejemplo y es ésta energía desechada en nuestro cuerpo la que puede convertirse en electricidad.

Muchos ingenieros estan investigando en diferentes países del mundo a través de nanotecnología. En la Universidad de Wisconsin un grupo de investigadores diseño un material en el zapato que permitía convertir el sudor en energía electrica de 10 watts con solo el hecho de caminar.
En la Universidad de Southampton otro grupo de investigadores diseño un marcapaso que utilizaba la energía del mismo corazón a través de la fuerza que generaba el fluido de la sangre al pasar por las mismas cavidades del corazón, como otro ejemplo.

Resulta también fácil pensar en la obtención de energía a través de movimientos propios de nuestro cuerpo, como por ejemplo, el uso de una pulsera que no solo nos informe sobre nuestra actividad diaria sino que también pueda captar energía cinética para convertirla en eléctrica y autocargarse o incluso ser fuente para otras necesidades.

Esta es sin duda una puerta tener en cuenta para muchos especialistas en el área.
 
Para los que tengan mayor interés les alcanzamos el nexo a un artículo tipo que nos parece de mucho interés en el caso del uso del sudor, como mencionabamos antes:
http://pubs.rsc.org/en/content/articlelanding/2014/ta/c4ta04796f#!divAbstract



En J&B LAB SAC contamos con la posibilidad de ofrecerles todo el material necesario para estudios a nivel científico, que pueden observar en el siguiente enlace:
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